Construida en el siglo XVIII, se edificó con piedra procedente de la Iglesia antigua y de la Capilla de San Juan.
Con planta de cruz latina, la nave del templo es de forma rectangular, de unos 16 metros de longitud por 8 metros de profundidad, que desemboca en un crucero de similar amplitud y un presbiterio de 4 metros de profundidad, que alberga el retablo del altar mayor, del siglo XVII, procedente del Convento de las Mercedarias de Madrid.
A sus pies y orientada hacia el poniente, se levanta una torre de planta cuadrada construida en piedra de mampostería y con las esquinas de sillería formada por tres cuerpos separados entre si por una sencilla imposta de piedra.
De más reciente construcción son los anejos que tiene adosados sobre el ábside y que sirven de sacristía. La fachada principal tiene un portal cubierto y semiabierto formando una columnata sobre un zócalo de piedra, que da acceso al templo por una puerta de madera.
Frente a dicha puerta existe un crucero de piedra, erigido en el año 1745, según la inscripción cincelada en la piedra.
La iglesia se restauró en 1942 y es una de las más hermosas de toda la zona.