Una parte de la propiedad de la tierra consistía en grandes señoríos. Dentro de ellos se mantenían algunos pequeños propietarios. El trigo era el principal producto agrícola y estaba dedicado a la alimentación humana.
La oveja era la base de la explotación ganadera. El tipo merino fue importada a la península y cruzada con la propia de aquí conocida como churra. A lo largo de siglos de selección se consiguió una merina que proporcionaba una lana larga blanca y fina, muy apreciada en toda Europa, a donde se exportaba en grandes cantidades, mediante un monopolio protegido por la prohibición de sacar ninguna oveja de Castilla. Todas las cabezas estaban censadas.
La oveja merina, poco apropiada para la producción de carne y de leche, resistía grandes caminatas en busca de pastos apropiados para asegurar la calidad de su lana. Los rebaños merinos cruzaban todos los años dos veces el reino de Castilla y los reinos vecinos, buscando en verano los pastos frescos de las sierras y lugares fríos, y en invierno los de los llanos y lugares templados. Por esto se llaman "trashumantes". Con ellas iban los pastores, los zagales, los animales de carga y los ágiles perros mastines para defenderlos de lobos y ladrones.
El movimiento de ganado se hacía por una densa red de anchos caminos llamados cañadas, por los que podían caminar con tranquilidad a la vez que iban pastando. Para que el ganado no se metiera en los campos colindantes solían estar vallados en gran parte de su longitud. De tanto en tanto las cañadas se abrían en campos comunes a valdíos donde los rebaños podían extenderse y descansar en su camino hacia los agostaderos o invernaderos.
La Mesta
Todo estaba regulado en el negocio de la lana. Las asambleas de ganaderos se reunían al menos tres veces al año. A estas asambleas podían asistir los ganaderos que poseyeran al menos 50 ovejas. Al final de la Edad Media esas reuniones dieron lugar al Real Concejo de la Mesta. Los principales asuntos que trataban eran: la contratación de pastores, el uso de cañadas, el reparto del ganado extraviado (ganado mostrenco), mercado de lana, pleitos con los agricultores en defensa de los intereses ganaderos y la aplicación de las leyes ganaderas, tanto las acordadas entre ellos como las de procedencia real.
Después de esquilar a las ovejas en primavera, se lavaba la lana y se llevaba hacia los puertos del norte para exportarla a los países europeos. Segovia era un importante punto de lavaderos y Burgos el centro comercial de la explotación desde el siglo XIII. Nuestra zona serrana estaba situada en un paso obligado para pastores y comerciantes.
Otros rebaños, al menos tan numerosos como las merinas, eran los llamados "estantes", por no trasladarse de unas regiones a otras, formados por churras y otros tipos de cruces diversos, productores de carne y leche.
Hacia la mitad del siglo XVI se alcanzó el máximo apogeo de los rebaños merinos, llegando a sobrepasar los tres millones de cabezas. La ganadería sin embargo solamente constituía un 15% de la renta de Castilla, contabilizando tanto el ganado trashumante como el estante.
Coexistiendo con dehesas y labrados se mantenían amplias zonas de bosque poblados por abundante caza. El Libro de la Montería de Alfonso XI (siglo XIV ) nos dice que Collado Mediano era un excelente cazadero de osos y cita un paraje llamado "cañal de la osa", hoy desconocido.