En la actualidad, en Collado Mediano no hay ninguna cantera en funcionamiento.
En Alpedrete se mantienen 12 de las 60 que hubo en su día.
La cantería era la ocupación de muchos vecinos del pueblo de los que la mayor parte trabajaban como jornaleros. Al igual que los mozos de labranza, hacia 1920, ganaban 2 pesetas al día. En el siglo XIX la principal fuente de pedidos fue el adoquinado de las calles de Madrid y la construcción de edificios. Casi todas las canteras de Collado Mediano se situaban cercanas a Alpedrete en la zona denominada El Chaparral.
El trabajo en las canteras consistía fundamentalmente en las siguientes operaciones:
- Una vez elegido el bloque se separa de la roca. Para ello se hacen agujeros verticales con la barrena, cada 15 cm. aproximadamente, a lo largo de un pelo. Lo mismo se hace horizontalmente siguiendo la ley; en los agujeros se introduce la pólvora. Tras hacerla estallar, el bloque separado o peñote queda listo para ser despiezado.
- El despiezado consiste en cortar el peñote en bloques tan pequeños como exija la pieza pedida. Para eso son necesarios dos tipos de cortes: el "tronce" o corte vertical y el "desdoblado" o corte según la ley u hoja de la piedra, que siempre que es posible se hacen siguiendo pelos.
Para realizar los cortes se traza una línea y, sobre ella, se van haciendo agujeros distanciados unos 15 cm. con el puntero y el mazo. Luego se agrandan usando la acodadera y por fin, se meten las cuñas en ellos. Dando golpes sobre la fila de cuñas, la piedra se abre. Cuando las superficies quedan irregulares se alisan con el descafilador y el mazo.
La dictadura del General Primo de Rivera (1923) fue de capital importancia para Collado Mediano. Por una parte se puso en práctica un plan de adoquinado de carreteras que puso fin a la crisis de la cantería. Los pedidos de piedra para construcción también aumentaron al crecer sensiblemente la colonia de hoteles. Y por otra parte se realizaron las escrituraciones de las tierras. Los agricultores que estaban cultivando una tierra, cuya propiedad se reconocía tradicionalmente, pudieron obtener la escritura de propiedad legal sobre la misma.
La Guerra Civil supuso un corte brusco en la producción económica del pueblo. Los pedidos de piedra cesaron y los hombres no tenían trabajo, de lo que se derivó una nueva situación de hambre. En el sector agrícola el desastre se sintió igual; muchas tierras quedaron sin labrar y gran parte de los rebaños desaparecieron. El campo quedó aún más pelado de plantas leñosas que en épocas anteriores.
El pueblo a pesar de que nunca fue frente de batalla, mantiene aún sus señales. En el Cerro del Castillo quedan todavía los huecos semitapados de las trincheras, construidas con muros de piedra. Otros pueblos vecinos como Guadarrama si sufrieron directamente todos los desastres de la guerra.
Tras la guerra civil se inició un proceso de transformación de la economía en la comarca. La construcción de grandes obras civiles como el Valle de los Caídos y varios Ministerios en Madrid, proporcionaron abundante trabajo a los canteros, que hacia 1950 eran muy numerosos. A ello también contribuía el aumento de veraneantes y la construcción de chalets.
En la actualidad en Collado Mediano no hay ninguna cantera en funcionamiento. En Alpedrete se mantienen 12 de las 60 que hubo en su día. El descenso en la producción de piedra ha coincidido con el espectacular aumento de la construcción. La razón está en que es un material caro y difícil de trabajar, mientras que los nuevos ladrillos, el hormigón y otros, permiten construir más rápido y más barato.