Yo, para todo viaje —siempre sobre la madera de mi vagón de tercera—, voy ligero de equipaje. |
Si es de noche, porque no acostumbro a dormir yo, y de día, por mirar los arbolitos pasar, |
yo nunca duermo en el tren, y, sin embargo, voy bien. ¡Este placer de alejarse! |
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Antonio Machado Campos de Castilla, 1917 |
Ruta
Para ir andando a Los Molinos tomaremos una pequeña parte del mismo camino que en la ruta 3 del Cerro del Jaralón, saliendo por la vereda que se dirige hacia el arroyo de las Pozas. Una vez cruzado, en vez de seguir hacia la derecha giraremos a la izquierda, por otra vereda alfombrada de hierba que conecta con la Cañada Real de Merinas, convertida por aquí en carretera M-621 (Collado Mediano-Los Molinos).
Esta vereda nos ofrecerá un precioso paseo una vez traspasada una verja verde que, tras cerrarla, nos guiará entre un prado a la izquierda y un fresnedal limpio para su aprovechamiento ganadero a la derecha, ambos cercados. Más adelante el camino se interrumpirá por una valla de piedra. A la derecha quedará una entrada a la finca del Montecillo, mientras a la derecha quedará otra verja verde que podremos abrir y cerrar para seguir el camino.
Nada más cruzar esta verja viraremos a la derecha, siguiendo una senda muy frondosa entre encinas, arbustos espinosos y jaras, siguiendo más o menos la valla que delimita la anterior finca. Cubiertos casi totalmente entre vegetación, pero andando con bastante comodidad, saldremos a la carretera de Los Molinos aprovechando un guardarraíl roto. Hay que tener en cuenta que la carretera es sólo una pequeña parte de la cañada real, por lo tanto, para evitar transitar por ésta, la cruzaremos y subiremos la ladera para encontrar sin dificultad una senda justo antes de una vieja alambrada que delimita la vía pecuaria por el oeste.
Subiendo por la senda, llegaremos a un camino que sigue paralelo a la carretera hasta llegar a la entrada de la urbanización La Serranilla, perteneciente al extenso municipio de Guadarrama. A la izquierda se verá la entrada principal a la Finca del Montecillo, mientras que los últimos tramos de la senda llegan al coto que anuncia, junto con un cartel de bienvenida, la villa de Los Molinos.
El espacio antes reservado para la cañada se estrecha al entrar en la primera colonia del barrio de la Estación, hasta el punto de quedar como lugar de tránsito sólo la simple calzada. Como contrapartida, tendremos una travesía tranquila flanqueada de chalets tradicionales, construidos antes de la llegada del turismo masivo. Algo más adelante aparece la desviación a la estación de tren, pero merece la pena seguir por esta calle principal, cruzando a su lado derecho para aprovechar un amplio trecho junto a la carretera (la cañada recupera de nuevo su anchura perdida). Por la otra calle se llega un poquito antes (en realidad, menos de un minuto) pero de forma más incómoda por la falta de acera.
Los bordes de la cañada nos regalará a la vista otros cuantos "hoteles" (chalets tradicionales) y por último, girando la primera calle a la derecha, tendremos la posibilidad de recorrer la calle de los Pinos, llamada así por tener esos mismos árboles surgiendo en medio de la calzada. La estación de tren la encontraremos justo enfrente. Una vez sacado el billete, si la espera se anuncia larga, es recomendable dar una vuelta por este barrio de la Estación hacia el pueblo de Los Molinos. Veréis entonces las mansiones y jardines de mayor calidad estética de la sierra, junto con las de villas como San Lorenzo del Escorial.
Interpretación del Paisaje
Dirigirse hacia Los Molinos supone pasar al valle de cabecera del río Guadarrama, cauce que un poco más arriba se bifurca en tres importantes gargantas (Fuenfría, Camorritos y Navalmedio) que muerden los altos relieves de Siete Picos y Puerto de Navacerrada. Esta zona es la más húmeda de toda la sierra; la encina prácticamente desaparece para dejar paso al roble, al fresno y al pino silvestre; los prados permanecen verdes casi todo el año y las fuentes abundan a diferentes niveles de ladera.
La ruta no llega a estos parajes situados tras el barrio de la Estación de Los Molinos, pero recorre otros que sirven de transición entre la rampa serrana y esta depresión de Cercedilla. La misma parte oeste de Collado Mediano se nos presenta ya mucho más frondosa que su extremo este, donde los pastizales y cantuesales en torno al arroyo de los Linos abundan por donde falta el pinar. Por esta parte, el arroyo de las Pozas discurre, oculto por sus verdegueras, entre un fresnedal bien desarrollado donde se abre una superficie de prado regado en época de estío. Tras el prado aparece el monte de chaparral, que veremos contrastar al fondo —subiendo por la cañada real de Merinas— con el monte degradado de Jarahonda, poblado por un extenso jaral salpicado ocasionalmente por alguna quercínea.
En cuanto al relieve, decir que la ruta discurre entre los dos últimos montes de una alineación que arranca desde la alta sierra (Guarramillas), separando la cabecera del Guadarrama de la del río Navacerrada. Estos dos montes son el Montecillo, enclavado en una finca particular que mantiene su masa forestal en un buen estado de conservación, y el último —antes del llano adehesado— llamado monte de La Serranilla, desafortunadamente aprovechado para la construcción de una urbanización del mismo nombre que impacta fuertemente el paisaje de los alrededores.
El barrio de la estación de Los Molinos es, por el contrario, uno de los entornos urbanos más agradables y valiosos de toda la Sierra, donde se conservan esos "hotelitos" con sus encantadores porches de piedra y unos jardines poblados de frondosas autóctonas o coníferas rodeadas de césped natural y algunos plantíos de flores.
Álbum Fotográfico
Plano del recorrido
Glosario
Datos Útiles
Longitud: 3,5 km
Desnivel: 80 m
Bicicleta: No
Tipo de ruta: Lineal