De niño imaginaba la aventura
con vestimenta exótica y desiertos
y trenes al Oriente y viejos puertos,
es decir, extranjero de lectura.

Después fui un extranjero. Y la tortura
en muelles y vagones y aeropuertos
de gentes con los brazos poco abiertos
me arruinó las fronteras de amargura.

 

Por que no fui turista, fui exiliado,
y las leyes se vuelven un candado
ante todo exotismo sin dinero.

De modo que aún después de muchos viajes
y de andar por ciudades y paisajes
no consigo sentirme aventurero.

José Alberto Santiago. Collado, 1999
Papeles de Iria Flavia nº XX

Ruta

Tomando como referencia El Ramiro, el barrio más al oeste de Collado Mediano, se tomará la calle del mismo nombre hasta ver una desviación a la izquierda indicando el Club Canino. De nuevo a la derecha se seguirá por una calle que llegará directamente hasta la carretera de Collado Mediano a Guadarrama. Esta carretera se cruzará unos metros más adelante, donde ya se verá cómo la valla de piedra situada enfrente se abre para dar paso a la llamada Vereda del Atajo Vecinal de Collado Mediano, una vía pecuaria que transcurre paralela a la carretera comunicando ambas villas.

galloEnfilados en esta vereda, andaremos rodeados de dehesas cercadas de fresno, alguna de ellas abandonada, pasando también por otras de encina que caen desde las últimas laderas del Cerro del Jaralón. Andados unos quinientos metros se llegará al cruce con la Cañada Real de Merinas, que tomaremos hacia la derecha, pues esta vereda que une los dos pueblos será transitable hasta poco más de un kilómetro más allá, quedando después invadida por zarzales y verdegueras. Subiendo por esta cañada que hace de frontera entre los dos municipios aparecerá en el horizonte casi por sorpresa dos grandes moles, primero los Siete Picos, y después, más hacia el este, el Pico de La Maliciosa.

Antes de que esta Cañada Real de Merinas sea tomada por la carretera M-621 de Collado Mediano a Los Molinos, se verá que el camino que discurre dentro de la cañada vira hacia la izquierda evitando la curva de la carretera. Se seguirá este trazado dejando a la derecha un antiguo pajar e internándose por una senda (cordel de la Serranilla) completamente flanqueada por un chaparral de encinas en el que aparece también algún quejigo. En los escasos huecos que queden hacia la izquierda se verá ahora un espléndido paisaje de dehesas de fresno en primer plano, de encinas más atrás (pertenecientes a Collado Mediano) y la Sierra de Hoyo como fondo. Más adelante aparecerá la urbanización Vallefresno, por la cual es necesario internarse si no se quiere evitarla dando un rodeo por la carretera M-614 (Los Molinos-Guadarrama).

exc09 terneroHabrá que ir muy atentos a una fila de casas blancas de esta urbanización para abandonar el cordel a la altura de una casa esquinada (número 68 de la calle Pico del Oso). A partir de aquí se bajará dando un rodeo a esta casa hasta alcanzar una pequeña calle paralela que desemboca en la calle del Águila; de esta forma se evitará transitar por la anterior calle, paralela a un tendido eléctrico de alta tensión. La calle del Águila delimita, junto con la calle Peñalara, el cauce del arroyo de Matarrubia. Bajando por esta última calle se dejará un bar con terraza y piscina a la izquierda, centro social de esta urbanización, torciendo luego a la derecha, algo más abajo, por la calle Siete Picos. Transitaremos ahora entre esos típicos setos de arizónica hasta llegar a un fresno situado en medio de la calle. Éste es el punto en el que abandonaremos la calle Siete Picos a la izquierda por una pequeña calle sin salida que deja paso a una senda que nos colocará ya fuera de esta urbanización.

El camino que cruza es de nuevo el cordel de la Serranilla, que ha recuperado de nuevo forma tras haber sido tragada más arriba por la carretera, para dirigirse al sur hacia la villa de Guadarrama. La llegada a las primeras casas de apartamentos de esta localidad no significa estar a unos pasos del centro. Guadarrama es ya casi una ciudad con sus casi 10.000 habitantes censados y con una superficie de suelo urbano ocupando en diversos núcleos 615 hectáreas, más del doble que Collado Mediano. Para llegar a la parada de autobuses habrá que bajar por la amplia avenida que forma la carretera de Los Molinos en su primer tramo, llegando después al puente del río en su tramo peatonal, con una preciosa vista del inmediato puente de piedra. Desde aquí a la calle (travesía) de Alfonso Senra, donde está la parada de autobuses Larrea, se puede subir sin apenas dar rodeo a la iglesia del pueblo, desde donde se verá una atractiva panorámica de la Sierra, bajando después por la calle Reyes Católicos hasta la parada de autobuses.

Interpretación del Paisaje

El trayecto entre los dos pueblos se realiza entre el llano donde se asienta las fresnedas que enlazan directamente con la gran masa adehesada de los montes preservados de El Escorial, y los primeros relieves de las Sierras exteriores de El Castillo, Jarahonda, etc., colonizados por un denso chaparral que en el entorno de la carretera de Los Molinos a Guadarrama va siendo sustituido por masas de robledal. Tenemos así tres cambios paisajísticos: campos cercados de fresnedas adehesadas del primer tramo hasta dejar la Cañada Real de Merinas, chaparral de ladera con ejemplares de quejigo y, por último, una asociación de roble-fresno organizado también en campos adehesados.

exc09 fardos pajaEl alto grado de preservación de estos paisajes, ya sean desde una perspectiva natural (chaparral denso) o agropecuaria (dehesas), hace especialmente dramático, desde un punto de vista medioambiental, el asentamiento de urbanizaciones en medio de este espacio. Sin embargo, siempre conviene marcar diferencias dentro de las actuaciones urbanísticas. La urbanización Vallefresno supuso en su día una actuación altamente impactante dentro de —como bien dice su nombre— un valle poblado preferentemente por Fraxinus angustifolia. Pero si comparamos esta urbanización con actuaciones recientes se observará como ésta se deja permeabilizar por la vegetación existente anteriormente (junto con plantaciones puntuales de coníferas dentro de las fincas) formando al menos conjuntos ambientalmente agradables, con ciertos tratamientos paisajísticos. Observaremos, por ejemplo, como el arroyo que bajaba por el lugar ha sido respetado junto con gran parte de su entorno ripario circundante, algo que hoy en día resultaría inconcebible, pues las nuevas actuaciones urbanísticas arrasan prácticamente con todo lo precedente.

La misma urbanización Guadarrama, la primera residencia multifamiliar a la entrada de la villa, construida hace décadas, deja un espacio de unos cuantos metros con respecto a la carretera que nos permite acceder al casco por una senda que transcurre junto a la valla de la urbanización. Hoy en día lo más normal es que se aproveche la alineación más próxima al borde de la calzada, lo que demuestra una avidez especulativa del suelo mucho mayor.

Por último destacar el gran valor paisajístico que cumplen las panorámicas bajas. Éstas, como se puede comprobar en el tramo de la Serranilla, pueden poseer también amplios horizontes, aparte de conseguir una textura más nítida de las masas arboladas en comparación con panorámicas de alta montaña, mucho más difusas y con frecuentes limitaciones de tipo meteorológico (brumas, calimas, etc.).


Álbum Fotográfico

Plano del recorrido

Glosario

Datos Útiles

Longitud: 5,9 km
Desnivel: 40 m
Bicicleta: Posible
Tipo de ruta: Lineal

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