Cansado ya de tomar agua de todos los baños y de visitar el mar por espacio de diez años, fui a consultar a un doctor, práctico por ser ya viejo, |
y me dijo: —"Es lo mejor que siga usted mi consejo. No vaya a veranear ni a Sobrón ni a Puertollano; si usted se quiere curar, vaya a Collado Mediano". |
Cogí la maleta al punto; salí en el primer exprés; me marché casi difunto, y he vuelto como me ves. |
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Álvaro Fernández De regreso, 1898 |
Ruta
En esta ocasión se saldrá de la plaza del ayuntamiento (Plaza Mayor) hacia el sur por las pequeñas callejuelas del casco: la peatonal calle del Baile, la calle Ermita y, pasando tras una plazuela sin nombre, alcanzar el puente que atraviesa la vía férrea. Cruzado este puente, la calle se convierte en un camino que tuerce a la izquierda siguiendo la vía. Más adelante habrá que girar a la derecha, hacia los prados cercados, llegando a una primera bifurcación frente a una finca llamada Cerca Morales.
De los dos caminos habrá que coger el de la izquierda (el otro finaliza algo más allá, frente a la entrada de la citada finca), caminando entre un alto y recio muro de piedra a la derecha y una pantalla vegetal formada por zarzas y pequeños olmos. Se llegará así hasta el cauce generalmente seco del arroyo de los Linos, por donde podrá apreciarse justo enfrente una diminuta y encantadora parcela (el campo cercado más pequeño del municipio) donde conviven una decena de fresnos entre un tupido manto herbáceo. Las parcelas tendrán por aquí una configuración característica, diferente de las dehesas que se expanden al oeste, con unos pies de fresnos simplemente rodeando, junto con las vallas de piedra, unos prados todavía utilizados por ganado vacuno.
El camino irá configurando ahora una larga curva hacia el oeste, siguiendo una valla de piedra que queda a la derecha. Quedaremos así de nuevo al lado de la vía de tren, que también dibuja una extensa curva por el valle, llegando más adelante a divisar la Casa del Soto, una preciosa casa blanca cubierta con tejado de pizarra y decorada con esquinas y recercos en piedra resaltada. Pero antes de llegar a esta casa, saldrá el camino que cruza las vías. Tras ellas dejaremos a la izquierda una higuera, e inmediatamente por arriba quedará ya el cartel vertical de Adra, correspondiente a un almacén de materiales de construcción que completa el corredor "duro" del municipio, formado por algunas naves industriales y el vertedero.
Girando, tras andar unos pasos, todo a la derecha, alcanzaremos la entrada de Adra, llegando algo más arriba (siguiendo el camino más ancho) a una curva desde donde sale a la derecha el camino vecinal que nos conducirá directamente a Alpedrete. Este camino conocido como de la Posada comienza atravesando un encinar, culminando la ladera a la altura de la Cerca del Canchal, una finca perteneciente ya a este municipio y accesible por un camino que sale algo más atrás a la derecha. La rota bordeará esta Cerca a su derecha, dejando a la vista una vegetación rala de encina, fresno y algún arbusto espinoso que contrasta con un rico pastizal que enverdece con las primeras lluvias de otoño.
El camino de la Posada no tiene ya pérdida, cualquier bifurcación que se vea a partir de ahora no será más que un breve bucle que vuelve a encontrarse de nuevo pocos metros más allá. Este camino vecinal será una sucesión de tramos lisos y arenosos con otros más accidentados y enlosados por lanchas de piedra granítica, dejando a la derecha un bosque de roble y fresno (predominando al final éste último), mientras que a la izquierda surgirá una vaguada más profunda poblada por un melojar puro que chocará directamente contra las paredes de los primeros adosados de Alpedrete.
Al final de camino encontraremos un núcleo en plena efervescencia constructiva que sitúa al casco antiguo cada vez más alejado de sus dehesas norteñas. La ya larga calle de Collado Mediano nos dejará al alcance de esas pequeñas manzanas que resguardan el ayuntamiento y la iglesia-fortaleza de la localidad.
Interpretación del Paisaje
Según un mapa realizado por el ecólogo González Bernáldez, gran parte de la zona de Las Vegas serían hacia el año 1960 campos de cereal, lo que explicaría su falta de arbolado entre el actual pasto, limitándose éste a bordear las cercas. Hay que tener en cuenta que, en toda la comarca, la preponderancia del ganado vacuno es relativamente reciente. En siglos anteriores era el ganado ovino el que prevalecía junto con unos usos más agrícolas, a pesar de los problemas de rendimiento que presentan los terrenos fríos formados por suelos arenosos.
Los impactos paisajísticos visibles al sur del pueblo sí son mucho más recientes: el vertedero se ha creado hace pocos años a partir de una antigua cantera, mientras que la acumulación de materiales de construcción es un problema que se presenta incluso dentro de las mismas dehesas. En cuanto a los talleres, hay que tener en cuenta que forman parte necesaria de la actividad económica de cualquier núcleo con varios miles de habitantes.
Collado Mediano y Alpedrete están separados por un interfluvio delimitado al norte por el valle de arroyo de Los Linos y al sur por pequeñas vaguadas paralelas inmediatas ya al cauce del río Guadarrama. Este interfluvio, que culmina en una superficie de erosión con abundantes berrocales (distinta de las depresiones alveolares de alrededor) está colonizado por un monte bajo de chaparras y algún enebro, mientras que las vaguadas sorprenden con una densa vegetación apreciable desde el camino de la Posada: fresnos y melojos de cierta talla hacia la derecha y una curiosa masa adehesada de esta última especie, visible a la izquierda del camino.
Este melojar adehesado resulta curioso por varias razones. Su posición es extrema con respecto a las restantes masas de robledal, siempre desarrolladas por el interior de las sierras y en zonas de umbría. También el hecho de no estar mezclado con fresno, con el que forma asociación en otros lugares cercanos, llama la atención. Es, por todo ello, un robledal atípico que habría que preservar a toda costa.
El casco antiguo de Alpedrete, donde acaba esta ruta, es hoy por hoy un punto dentro del enorme —aunque poco denso— casco urbano que comprende casi 500 hectáreas de superficie, más o menos el doble que el pueblo de Collado Mediano. Lugares como la plaza Pozuela, los jardines de la plaza de la Constitución o la plaza de la villa, que acoge a la vez el edificio del ayuntamiento y la iglesia, aportan todavía cierta personalidad a este casco, ofreciendo entornos agradables y reposados.
Álbum Fotográfico
Plano del recorrido
Glosario
Datos Útiles
Longitud: 4,3 km
Desnivel: 70 m
Bicicleta: Sí (camino escalonado)
Tipo de ruta: Lineal